LOS GRANDES DESAFÍOS

En los primeros años de vida, los niños están llamados a superar pequeños grandes retos diarios. Los padres también se ponen a prueba en este período caracterizado por continuos cambios: es importante saber escucharlos, comprender e interpretar el lenguaje verbal y no verbal de los más pequeños y prestar atención a las respuestas a sus necesidades, sin forzar, ayudando a construir la autoestima y la confianza en uno mismo.

¡ADIÓS PAÑAL!

¿Cuál es el momento adecuado para quitar el pañal? Según la edad, se pueden identificar dos fases distintas: la primera, llamada l’educación asistida para ir al baño, puede comenzar desde los primeros meses hasta los 18 meses; la otra, llamada educación independiente para ir al baño, de los 18 meses en adelante. En el primer caso es importante saber que incluso si se encuentran en una edad muy temprana y aún no son capaces de hablar, los niños tienen la capacidad de expresar la necesidad de hacer caca o pipí a través de señales de advertencia precisas que se comunican a través del cuerpo. La cara, los gestos, los horarios, el llanto que los padres interpretan gracias al conocimiento que tienen de su hijo. En el segundo caso, sin embargo, es importante que el niño haya adquirido cierta independencia, por ejemplo pueda vestirse y desvestirse de forma independiente, manteniendo una postura adecuada, sabiendo comunicar verbalmente sus necesidades. En ambos casos es importante que los padres sepan que este proceso debe realizarse de forma paulatina y respetando el tiempo del niño.

¡ADIÓS PAÑAL!

¿Cuál es el momento adecuado para quitar el pañal? Según la edad, se pueden identificar dos fases distintas: la primera, llamada l’educación  asistida para ir al baño, puede comenzar desde los primeros meses hasta los 18 meses; la otra, llamada educación independiente para ir al baño, de los 18 meses en adelante. En el primer caso es importante saber que incluso si se encuentran en una edad muy temprana y aún no son capaces de hablar, los niños tienen la capacidad de expresar la necesidad de hacer caca o pipí a través de señales de advertencia precisas que se comunican a través del cuerpo. La cara, los gestos, los horarios, el llanto que los padres interpretan gracias al conocimiento que tienen de su hijo. En el segundo caso, sin embargo, es importante que el niño haya adquirido cierta independencia, por ejemplo pueda vestirse y desvestirse de forma independiente, manteniendo una postura adecuada, sabiendo comunicar verbalmente sus necesidades. En ambos casos es importante que los padres sepan que este proceso debe realizarse de forma paulatina y respetando el tiempo del niño.

¡LAS PRIMERAS PALABRAS!

La pronunciación de las primeras palabras es un momento muy esperado ya que está lleno de emociones, a menudo incluso conflictivas. Por un lado, es una etapa importante en el crecimiento del niño, porque le permite adquirir una mayor autonomía y profundizar la relación con el adulto. Por otro lado, sin embargo, puede generar ansiedad y preocupación si las primeras palabras tardan en llegar. En realidad, los niños se comunican desde los primeros días de vida a través del llanto, la risa, las expresiones faciales o, un poco más adelante, mediante gestos como señalar con la mano. Lo que les lleva a pronunciar sus primeras palabras es un camino estrictamente relacionado con el desarrollo del cuerpo, en particular el sistema auditivo, las áreas cerebrales y los músculos buco-faciales. Cada niño tiene su propio tiempo para llegar a decir las primeras palabras: por eso es importante apoyarlo en su evolución natural y estimularlo en este viaje.

¡A DORMIR EN LA CUNA!

Un reto exigente que, en algunos casos, los más pequeños están llamados a superar es el de dormir solos en su propia cuna. A menudo, de hecho, la separación de los padres, el miedo a la oscuridad o simplemente estar solo en su dormitorio son las razones para negarse a dormir en la habitación. Esto depende mucho de los padres, de sus hábitos y de la rutina que se establezca en casa para acompañar al pequeño hacia un dulce sueño, un auténtico ritual a la hora de acostarse. A veces basta solo con mantener la puerta del dormitorio entreabierta, o quedarse un poco con el niño o la niña, quizá leyendo un libro en voz alta, procurando usar el tono de voz adecuado y tener encendida una luz tenue. Establecer el equilibrio adecuado entre el sueño de los niños y el de los padres es la mejor forma de dormir bien por la noche y afrontar el día siguiente descansado.

¡A DORMIR EN LA CUNA!

Un reto exigente que, en algunos casos, los más pequeños están llamados a superar es el de dormir solos en su propia cuna. A menudo, de hecho, la separación de los padres, el miedo a la oscuridad o simplemente estar solo en su dormitorio son las razones para negarse a dormir en la habitación. Esto depende mucho de los padres, de sus hábitos y de la rutina que se establezca en casa para acompañar al pequeño hacia un dulce sueño, un auténtico ritual a la hora de acostarse. A veces basta solo con mantener la puerta del dormitorio entreabierta, o quedarse un poco con el niño o la niña, quizá leyendo un libro en voz alta, procurando usar el tono de voz adecuado y tener encendida una luz tenue. Establecer el equilibrio adecuado entre el sueño de los niños y el de los padres es la mejor forma de dormir bien por la noche y afrontar el día siguiente descansado.

¡EL PRIMER DÍA DE ESCUELA!

El inicio del jardín de infancia es uno de los desafíos más delicados para los niños porque, además de implicar la primera separación real de mamá y papá, representa un cambio radical en muchos de sus hábitos. También es un desafío para los padres, que pueden experimentarlo con ansiedad y aprensión. Pero, ¿cuáles son los miedos típicos de este momento? El primero es miedo por el desapego del progenitor, seguido del provocado por encomendarlo a una figura adulta «ajena» como es el maestro, y finalmente la introducción del niño en un nuevo entorno con ritmos, hábitos, reglas y compañeros distintos. ¿Cómo puedes ayudarles a afrontar el cambio con serenidad? En primer lugar, es importante que los padres demuestren confianza y positividad para no transmitir ansiedad y preocupación al niño; es mejor animarlo y mostrar confianza en la escuela y en el educador. Es precisamente este, de hecho, quien se convierte en el aliado de los padres en el camino de crecimiento de los más pequeños, estableciendo un verdadero pacto educativo. Finalmente, resulta importante no forzar al niño y respetar su tiempo: ¡es la mejor manera de iniciar con éxito este nuevo desafío!

¡ES HORA DE LA PAPILLA!

Dejar de amamantar es uno de los primeros grandes desafíos que enfrentan los padres y los niños. Algunos no comen nada o apenas unos pocos alimentos, otros solo comen frente al teléfono o la televisión: muchos viven el momento de la comida del bebé como algo problemático. ¿Cómo afrontar con serenidad este desafío que forma parte del día a día de toda familia? En primer lugar, los padres deben prestar atención al componente ambiental, es decir, a cómo preparar el entorno en el momento de la alimentación, por ejemplo, procurando no comer con la televisión encendida o asegurándose de que el niño mantenga una postura correcta y pueda interactuar con la comida de manera práctica e inmediata. En segundo lugar, es fundamental tener en cuenta el componente alimenticio, es decir, cómo se compone el plato de forma equilibrada para darle al bebé, por un lado, una educación en el gusto, y por otro, la ingesta nutricional adecuada. Por último, es importante transmitir de forma inmediata pequeños buenos hábitos a los niños a la hora de la comida, ¡para afrontar con éxito este nuevo reto!